Ahhh… Ir al cine es una experiencia. Una experiencia que lamentablemente transgrede las convenciones de la pantalla grande. Y no estoy hablando de las películas 3-D, sino de lo que se ha tornado la experiencia de ir al cine en Puerto Rico… Ir al cine en Puerto Rico me hace amar cada día más a Netflix y Redbox. Aunque haré un aparte para relatar mi experiencia como otra persona en la audiencia, ya mismito me pongo el sombrero de crítico y sigo con las películas.
Función especial de World Films
Llego al cine de San Patricio Plaza y me pongo en la fila a esperar. Mientras tanto, los ujieres de World Films, organizadores del evento, andan notificándole a las personas que está prohibido entrar celulares a la sala, indicando que o lo dejan en el carro, o se lo dejan a ellos, que ellos lo guardan. ¡Ja! Como si dejar un celular en un carro en Puerto Rico fuese una opción… Sobre todo si no quieres perder tu móvil y una ventana de tu auto.
En defensa de ellos, el boleto indicaba “ADVERTENCIA: Prohibido terminantemente el acceso de cámaras o cualquier equipo electrónico dentro de la sala”. Y no hay problema con eso. Podría haber dejado el celular en casa también, pero como somos un pueblo que no lee (generalizando, claro, jaja), me enteré que era ese tipo de evento al llegar al cine.
Como el proceso toma tiempo, van dejando pasar personas a la sala por filtración. Tengo la suerte de caer en la segunda fila. La primera fila había sido cerrada con una valla, pero como no había ningún ujier atrás supervisándola, se llenaba mágicamente y se seguía llenando, convirtiendo a la segunda fila en una fila casi-eterna. Lo mismo me pasó en las primarias con doñitas que “solo iban a hacer una pregunta” y terminaban colándose para votar por Hillary. De hecho, el ujier me comentó que se estaba dejando llevar por un muchacho con una gorra roja como el último de la fila. Sin embargo, la gorra colorada ya había desaparecido, pero no la gente que por obra de magia ocupaban lugares curiosamente detrás del supuesto último de la fila. Tratando de ser justo, el ujier deja pasar a a algunos de la segunda fila, pero un muchacho, nuevo residente temporero de la primera fila, protestó: “¡OYE! ¡LA PRIMERA FILA ES PRIMERO!”, ante lo que el ujier se resignó a abrirles el paso y dejarlos pasar hasta vaciar la pulsantemente invaciable primera fila.
En la entrada, los ujieres/encargados de la seguridad te entregaban un boletito con un número, y te preguntaban el nombre. En el sobre en el que depositaban tu celular, apuntaban el nombre que entendieron que les dijiste, terminando con nombres creativos como los que suelen anotar los empleados de Starbucks en los vasos.
Pasamos a la sala, nos sentamos y todo bien. Empieza el corto de Pixar – todo muy bien. Le sigue “Finding Dory”, pero resulta que en cambio era “Buscando a Dory”, la versión en español, que nuevamente no hay problema con eso, pero el boleto tampoco especificaba que veríamos la versión en español, solo decía “Finding Dory”.
No obstante, el volumen estaba como si proviniese del televisor de un vecino. A eso, súmale el niño que se pasó hablando, quejándose de que quería más comida, que se quería ir y por último, con un ataque de llanto. Mientras tanto, los ujieres trajeados en chaqueta, estaban justo al lado de la familia, y como si estuviesen pintados, no les llamaban la atención ni les indicaban que debían salir de la sala.
Estos mismos ujieres se pasaban hablando en voz alta durante la película, coordinando espacios para sentar a la audiencia que seguía llegando. Entre estas personas sin asiento, unas se pararon justo al lado de nosotros, hablando en voz alta, con los ujieres presentes, en lo que decidían qué hacer para sentarse. Una amiga mía les pide que por favor bajen la voz, pues estábamos tratando de escuchar la película, que de por sí ya tenía un volumen ininteligible. La mujer le salió con un “ESTAMOS BUSCANDO ASIENTO”. Mi amiga le ripostó: “Bueno, si hubiesen llegado temprano…” Y siguió el conversatorio, ya con la película empezada. “¡AY, QUÉ ESTÚPIDA!”, añadió la mujer sin butaca. “Igual”, añade mi amiga. Entonces el ujier les pide que salgan de la sala, y mientras salen, tildan en voz alta a mi amiga de “PENDEJA”. Uno pensaría que ante estos insultos, serían suficientes como para sacar a esta mujer de la sala, sobre todo en una película familiar, cuyo mercado incluye en una gran parte a niños, pero no. La mujer siguió hablando en voz alta desde la entrada del teatro, interrumpiendo los diálogos bibliotecarios de la película.
Al rato, regresa la mujer acompañada de uno de los ujieres enchaquetados, y le dice a mi amiga, a toda boca: “¡HOLA, BEBÉ!”, a lo Aless Gibaja. Pues sí, la dejaron pasar. No hubo castigo ante su repudiable comportamiento.
De hecho, a distancia vi a alguien prender su celular dos veces durante la película, con varios encargados de la seguridad presentes, y ninguno intervino con esta persona.
Al salir, primero uno experimentaba un desconcierto de “¿Y dónde está mi celular?”, puesto que ninguno de los empleados de la seguridad se encontraban presentes en el área. Todos se habían trasladado al espacio antes de los concesionarios que da para las ventanas de cristal. Acercándonos a las escaleras de salida, es que un empleado de Caribbean Cinemas nos indica: “La entrega de los celulares es por allá”.
Allí había dos empleados con dos mesitas, que te iban preguntando el nombre, y con eso te devolvían tu celular. El boletito que te entregaron, ni te lo pedían. Quizás era solo un souvenir, o por si les daba con hacer una rifa a la salida o algo.
Comparto la siguiente imagen como sugerencia a Caribbean Cinemas y a World Films, para sus futuras funciones especiales, cortesía de The Oatmeal.
Con esto culmino el relato de la decepcionante organización y seguridad de la función especial. Tengan en cuenta que intentaré hacer lo mejor que pueda en reseñarles los filmes, pese a las circunstancias.
“Piper”
Con esta no tuve problemas para poderla evaluar a cabalidad, dado a que no hay diálogos que se pudiesen afectar por el poco volumen del sonido. “Piper” es el tierno relato de un “sandpiper” o lavandera blanca (sí, suena sexista pero así es que le llaman), que a su temprana edad aprende el arriesgado proceso recolectar comida a orillas del mar. Este es el corto animado que acompaña a “Finding Dory”.
Si ya conoces de los “sandpipers”, sabes que son aves graciosas que se pasan a orillas de la arena, pero le huyen a las olas, caminando rapidito para alejarse y volver tan pronto el agua baje. ¿Y cómo haces a un pájaro tierno, más adorable aún? Pues Pixar sabe: haciendo de su protagonista, un pichoncito.
“Piper” nos muestra cómo el pequeño pajarito se aventura a enfrentarse al mar por primera vez bajo la supervisión de su madre, para aprender a alimentarse por sí mismo. En palabras del propio director Allan Barillaro: “La madre lavandera es la figura paternal que yo quisiera ser – estar ahí para tus hijos, pero dejándoles espacio para crecer”.
La calidad de la animación es sencillamente impresionante en este corto de seis minutos. Las plumas de los pájaros, la animación del mar, los detalles de la arena, y los movimientos de cámara hacen de esta simple historia con un bonito mensaje una pieza hermosa de arte animado. “Piper” te robará el corazón.
Calificación: 5/5.
“Finding Dory”
Para la reseña actualizada y correcta, haz clic aquí.
Primero que todo, recuerden que la vi en español. Me quedé con las ganas de escuchar a Ellen DeGeneres, quien interpreta a Dory en el filme en inglés, y sé que parte del humor se pierde al traducirlo, sobre todo el literal, por lo que la volveré a ver, pero en inglés.
En esta secuela de “Finding Nemo”, Dory, la despistada pecesita azul, recuerda que tiene familia y embarca una travesía en busca de sus padres. Con el entusiasmo de turno, Dory se aleja de Nemo y su padre Marlin, por lo que estos emprenden la misión de seguirla, preocupados por su bienestar. En el proceso, Dory aprenderá sobre su pasado, mientras abarca temas como el valor familiar y la amistad. En La sinopsis oficial indicaba que los eventos ocurren alrededor de un año después de lo ocurrido en la primera película, y que otros personajes como Nemo, Marlin y el Tank Gang, entre otros, regresarían.
Mientras que sí vi a Nemo. Marlin y otros personajes del filme anterior, no recuerdo haber visto a ninguno de los integrantes de la ganga de la pecera (también conocida como Tank Gang). Quizás aparecían en alguno de las múltiples escenas interrumpidas por las personas desconsideradas en la sala. Los personajes anteriores que si vi, más allá de Nemo y Marlin, hacen sus apariciones pero pasan sin pena ni gloria.
“Finding Dory” introduce a nuevos personajes, entre ellos, a Hank el pulpo o “septopus”, porque solo tiene siete tentáculos en vez de ocho. Hank es uno de esos grandes personajes que aportan mucho a la mezcla y fue uno de los aspectos positivos del filme, además de otros graciosos animales como un par de focas. Animar a Hank fue un reto para Pixar dado a la complejidad del personaje, pero su animación fue impecable. Se mueve como un pulpo cuando busca realismo, pero usa sus tentáculos como extremidades regulares cuando necesita comunicar algo. Además, se camuflagea con facilidad.
A modo de relajo, Pixar dice que este es el personaje más viejo en la historia de Pixar, y que llevan incluyendo apariciones de este desde Toy Story en 1995. El siguiente vídeo fue compartido por la compañía el 1ro de abril de este año – April Fools’ Day.
La historia es funcional, integrando variadas escenas retrospectivas de la infancia de Dory, cada vez que un evento actual la llevaba a recordar fragmentos de su pasado. Tiene un buen balance entre sus escenas graciosas y las emotivas, pero las emotivas no me tocaron tan profundamente como lo hizo Bing Bong en “Inside Out”. Lo que “Finding Dory” sí hace bien son las secuencias de aventuras, y todos esos pequeños eventos que complican el encuentro de Dory tanto con sus padres como con Marlin y Nemo.
Dentro de las circunstancias, no sentí a “Finding Dory” como un clásico tipo “Finding Nemo”, quizás porque no me agarró emocionalmente de la misma forma en que lo hizo su predecesora. No obstante, me entretuvo de principio a fin, pero de esta más bien lo que me llevo a la memoria es el humor y todo lo que aportan los nuevos personajes.
Dirigen: Andrew Stanton y Angus MacLane
Historia: Andrew Stanton, Victoria Strouse y Bob Peterson
Guión: Andrew Stanton
Clasificada: PG
Calificación: 4/5.