¿Sabes cuando algo es tan malo que termina siendo bueno? Pues precisamente eso le aplica a esta nueva versión de “The Transporter”, “The Transporter Refueled”. La trilogía protagonizada por Jason Statham queda atrás con este reinicio en el que el actor Ed Skrein intenta llenar los zapatos de Statham… y probablemente los llena, porque es más alto, ¡pero qué raro camina en los zapatitos de Statham! Como quiera, seamos justos con Skrein: al igual que en algunos accidentes de tránsito, la culpa es compartida esta vez.
Como crónica de una muerte anunciada nació el seguir haciendo películas de “The Transporter” sin Statham… De acuerdo a CinemaBlend, Statham indicó: “Obviamente fue una tremenda experiencia hacer esas películas y me hubiese encantado seguirlas haciendo, pero ellos querían que yo firmara contrato para hacer tres películas más sin tan siquiera ver un libreto, y me ofrecieron menos dinero para hacer las (nuevas) tres que lo que me pagaron por hacer una. Por eso se debe a una decisión de negocios”.
¡Y qué balita esquivaste, Jason! Una serie sin su estrella, menos presupuesto que en los filmes anteriores y un misterioso libreto resultó en el anuncio más bizarro y extenso de los automóviles Audi. De hecho, algunos internautas, a juzgar por el tráiler, creyeron que el carro era el protagonista… y ciertamente es el ‘actor’ que mejor luce en el filme.
Lo peor de “The Transporter Refueled” lo tiene el libreto. La trama resulta insultante para la audiencia, pues está pulverizada en puré tipo ‘baby food’ para que nadie se pierda. Hasta Ñoño entendería todo con lo redundante que son múltiples escenas…
Como si fuera poco, las actuaciones son flojas y los diálogos, estupidísimos. Frank Martin, el personaje de Skrein, trata de ser tanto gracioso como elegante en sus actitudes, pero sus líneas en su mayoría son ‘one-liners’ que parecen auspiciados por Cheese Whiz, por lo ‘cheesy’ que resultan.
Ya con esto la seriedad y el sentido de enganchar a la audiencia con los peligros presentados en pantalla, poncharon hora de salida antes de tiempo, agarraron las maletas y se fueron a meditar al Tibet… algo que quizás también debieron haber hecho los guionistas Adam Cooper, Bill Collage y Luc Besson.
Los efectos visuales son exagerados, los carros de policía se vuelcan más que las carnes en la parrilla de un Burger King al mediodía y la acción es simplemente absurda, resaltadas por tomas hiperdramáticas y panorámicas de 360 grados, a lo Michael Bay. Solo algunas coreografías de pelea resultan interesantes y están bien logradas, y una que otra vez un destello de lucidez muestra alguna sorpresa en la trama a lo largo del filme.
Todo el esfuerzo, si alguno, de crear un sólido filme de acción se desvanece para dejar como sustituta a una comedia involuntaria… Y cuando empiezas a verla así, te la podrás disfrutar mucho, de la misma forma en que uno llega a disfrutarse películas como “Snakes on a Plane”. En resumen, todo es inconsistente, salvo los Audis.
¡Rayos! Casi olvidaba contarles de qué trata el filme… “The Transporter Refueled” nos lleva al sur de Francia, para adentrarnos en la vida del exmercenario de operaciones especiales Frank Martin, quien entra en un estratégico juego de venganza organizado por una ‘femme-fatale’ y sus tres ayudantes, para derribar a un mafioso ruso.
Camille Delamarre (“Brick Mansions”), quien tiene más experiencia como editor, fue el director de esta jocosa película. Completan el elenco: Ray Stevenson, Loan Chabanol, Gabriella Wright, Tatiana Pajkovic, entre otros.
Duración: 1:36
Clasificada: PG-13
Calificación: 2/5