Para el 2006, la película “300” redefinió la forma de hacer películas épicas de acción con su estilo único. “300” se enfocaba en la historia del rey Leonidas y los 300 espartanos que lucharon en Thermopylae.
Ahora, con “300: Rise of an Empire” conocerás el amplio conflicto que se desataba simultáneamente en Grecia. Es por eso que la nueva película no es ni una secuela ni una precuela, sino una historia paralela a la de “300”.
El director Zack Snyder (“Man of Steel”, “Watchmen”), quien dirigió la primera película, trabajó como productor del filme, junto a Gianni Nunnari, Mark Canton, Deborah Snyder y Bernie Goldmann, además de coescribir el guión con Kurt Johnstad. “300: Rise of an Empire” está basada en la novela gráfica Xerxes de Frank Miller. Esta vez el director fue Noam Murro. Este solo había dirigido “Smart People” (2008) y un cortometraje para HBO.
“300: Rise of an Empire” narra tres historias que se entrelazan: la primera, la de Xerxes, cuyo padre Darius fue asesinado, y en parte esto lo lleva a querer convertirse en un rey dios. La segunda, la de Artemisia, una mujer cuyo doloroso pasado le creó una insaciable sed de venganza. Y la tercera, la de Themistokles, el héroe principal de la película, que busca unir a toda Grecia para pelear contra los persas.
La fórmula en general es la misma usada en 300: un pequeño ejército que tiene todas las de perder valiéndose de todo lo que pueda para luchar y sobrevivir ante enemigos que los superan en cantidad. El diferencial está es que estas batallas, en su mayoría, son en el mar.
Es difícil no comparar al personaje de Themistokles (Sullivan Stapleton) con Leonidas (Gerard Butler), sobre todo por la forma en que ambas películas están estructuradas. Themistokles es un héroe más tranquilo, más pausado, más orador, mientras que Leonidas era mucho más furioso y gritón.
Aunque esta película se siente más violenta que “300”, con escenas que parecen “Fatalities” de Mortal Kombat, el combate de “300” resulta más creíble y emocionante. El de “Rise of an Empire” llega a rayar en lo absurdo en algunas ocasiones. Las actuaciones cumplen su propósito, pero no hay nada más allá de eso.
Aparte de Stapleton, “Rise of an Empire” cuenta con Rodrigo Santoro como Xerxes y Eva Green como Artemisia. Varios personajes de la película original reaparecen en esta, cuya presencia funciona como elemento cohesivo.
Los efectos visuales son el mayor atractivo de “Rise of an Empire”, pero ya no resultan tan innovadores como en la primera. La única animación cuestionable fue una secuencia con un caballo, todo lo demás está muy bien logrado. Durante la introducción, abusan de las tomas en cámara lenta, al punto que llegué a pensar que vería una película de media hora estirada para volverla largometraje. Por suerte, no fue así, luego el ritmo de la edición tiene un patrón más fluído.
La edición de sonido por lo general funciona bien, aunque tiene sus momentos clichosos.
La primera película se sentía más intensa, con más gritos de guerra, más estrategias de combate cercano y por lo tanto, más coreografías. Aún así, si eres fanático de la primera, no te puedes perder esta entretenida segunda historia.
La película dura 1:42 y está clasificada R, por sus escenas de violencia, sexo y desnudos.
Calificación: 3/5
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