En el cine, hemos visto a los X-Men ser adultos, ser jóvenes, viajar en el tiempo, ser jóvenes y adultos a la vez, estar en los años setenta, pelear contra robots, pelear contra mutantes, pero no los habíamos visto emular la Biblia hasta “X-Men: Apocalypse”.
En este nuevo filme de los héroes de Marvel, el inmortal Apocalypse (Oscar Isaac), venerado como un dios desde los inicios de la civilización, se convierte en el más poderoso de los mutantes. Al despertar en los años ochenta, luego de un reposo de miles de años, recluta a un Magneto (Michael Fassbender) de corazón quebrantado y a otros mutantes para crear una nueva potencia mundial. Mientras el destino de la Tierra pende de un hilo, el profesor Charles Xavier (James McAvoy) y Raven (Jennifer Lawrence) dirigen a un equipo de jóvenes X-Men para detener al prácticamente invencible enemigo antes de que este destruya a la humanidad.
“X-Men: Apocalypse” supera al filme anterior, “X-Men: Days of Future Past”, pero de las recientes, “X-Men: First Class” sigue siendo mi favorita. En cuanto a las películas de superhéroes de 2016, supera a “Batman V Superman: Dawn of Justice”, mas no a “Captain America: Civil War”.
Su trama tarda en arrancar, por desplazarse en varias vertientes de conflictos secundarios, algunos que ni son tan interesantes ni emocionantes. Uno de sus pocos momentos emocionantes, ya lo daban a conocer en los avances, algo que hubiese sido mejor mantenerlo como un factor sorpresa.
Algunas líneas del filme rayan en lo “cheesy”, por lo que en vez de hacer que algunas escenas sean graciosas, las torna ridículas. La calidad de los efectos visuales sufría de intermitencia. Mientras que algunos resultaban ambiciosos, otros parecían haber sido creados cuando ya no había presupuesto para algo mejor. La cinematografía es vistosa cuando los efectos visuales de segunda no la amapuchan.
La mayor carga emocional del filme recae sobre los hombros de Michael Fassbender y su personaje Magneto, a quien nuevamente vemos debatirse entre el bien y el mal. Aunque sus escenas son las más humanamente cálidas, su conflicto emocional no es novedoso. A Raven/Mystique (Lawrence), le vuelven a dar prominencia, como era de esperarse, algo que me gustaría que cambiaran en algún momento. Al menos, compartieron su prominencia esta vez con un incómodo Nightcrawler. También vemos a una Jean Gray (Sophie Turner) muy sufrida. Apocalypse, para ser un mutante tan poderoso, era bastante soso. Psylocke (Olivia Munn) tampoco añadió mucho al filme, más allá de veerse bien y adornar. Las actuaciones son funcionales, aunque muchos personajes por los general se les ve manifestarse dentro de una limitada paleta de emociones.
En resumen, “X-Men: Apocalypse” tiene suficiente contenido como para entretener a la audiencia, pero su visceralidad innecesaria, algunas atontadas líneas de diálogo y efectos visuales ocasionalmente carentes de calidad le quitan lustre a lo que un junte de tantos mutantes poderosos pudo haber sido.
Bryan Singer, Simon Kinberg, Michael Dougherty y Dan Harris escribieron la historia. Kinberg además preparó el guión, mientras que Singer dirigió el proyecto.
Productora: Twentieth Century Fox
Clasificada: PG-13
Duración: 2:24
Calificación: 3.8/5