Imagina una película donde todos parecen tener mal gusto, y de alguna forma se antojan de una muñeca fea dis que porque es de colección… ¡A la verdad que la gente colecciona una de porquerías! Esa imagen mental debe situarte adecuadamente en el mundo que nos presenta “Annabelle”, el nuevo filme de horror de New Line Cinema.
Primero que todo, debo admitir que no soy fanático del género de terror, porque por lo general, estas películas no me asustan.
“Annabelle” relata la historia del estudiante de medicina John Form y su esposa embarazada Mia. Un día John sorprende a mía con un regalo: una “hermosa” (eso dice la sinopsis oficial) y extraña muñeca ‘vintage’ con un traje blanco. Una noche, su casa es invadida por miembros de un culto satánico, que atacan violentamente a la pareja. Aparte de la sangre derramada en el proceso, los cultistas han invocado a una entidad tan malvada que nada de lo que hicieron comparará con la pesadilla que llegará a ser Annabelle.
“Annabelle” es una precuela de la película “The Conjuring”, pero no es necesario ver esta antes de ver la otra para entenderla. De hecho, “Annabelle” está basada en alegados hechos reales, de una familia a la que llegó una muñeca Raggedy Ann poseída.
La película tiene como elenco a Annabelle Wallis, Ward Horton, Tony Amendola, Alfre Woodard y Eric Ladin. Las actuaciones no son nada del otro mundo y dentro de todas, la mejor que actuó fue Wallis. Horton, o al menos su personaje de John, parece de mente lenta y en la cara se le ve que tarda en procesarlo todo. Amendola y Woodard dan vida a unos personajes simpáticos pero raros/”creepy”, cosa que ayuda a brindarle cierta impredecibilidad al filme. Por su parte, el rol de Ladin como detective, es insípido y poco aporta a la mezcla.
“Annabelle” peca de usar y abusar de elementos que ya hemos visto una y otra vez en filmes de este género. Como historia, se pudo haber trabajado mejor. El suspenso se trabaja adecuadamente en algunas escenas, pero en otras la edición no le favorece. Mientras que alguna gente en la sala gritó durante algunas escenas, la verdad es que no me asustó, más de allá de un “jump scare” bastante impredecible. La película es lenta, parece coger fuerza cuando la muñeca empieza a hacer de las suyas, pero luego viene otra pausa hasta el próximo incidente. Estos incidentes en su mayoría no hacen mucho sentido, pero bueno, lo oculto no se supone que se trabaje de forma lógica.
Los diálogos no son los mejores: los personajes cambian de opinión solo para que la trama siga en pie, pero no se ve natural. El mensaje del filme es medio raro, pero no abundaré sobre eso por aquello de no arruinarles nada. Lo mejor del filme es que, dentro de lo predecible que es, ciertos elementos lo hacen más impredecible.
John R. Leonetti dirigió el filme y Gary Dauberman lo escribió.
Estamos en el mes adecuado de ver películas de miedo. Si te quieres aventurar a ver esta preciosura de muñeca, ya sabes que “Annabelle” ya se está exhibiendo en los cines. Si es por aquello de entretenerte, también puedes verla con amistades y aportar comentarios graciosos para disfrutarla mejor. Solo estate seguro de que no molestas a nadie haciéndolo.
Curiosamente, “Annabelle” ha sido removida de algunas salas de cine de Francia porque producía altercados, según El Nuevo Día, y el día de la premiere, presencié un altercado… no en Francia, sino en Puerto Rico. ¿Vendrá poseído el filme?
Clasificada: R
Duración: 1:40
Calificación: 2/5